En el período comprendido entre la década de 1490 y mediados del siglo XIX,Gran Bretaña expandió su imperio ultramarino siguiendo una poitica económica mercantilista a fin de controlar el comercio con sus colonias y con otras naciones. Este ensayo debate varios problemas conceptuales y empíricos en un intento por medir los efectos del imperio sobre el desarrollo económico británico, en particular los beneficios del comercio y de los rendimientos de los factores productivos, así come los costes de las guerras y de las regulaciones que interfirieron con el comercio internacional. En el ensayo se apunta que, sobre la bate del comercie y los flujos de capital, el imperio y otras fuentes del comercie exterior fueren, aparentemente, más importantes a mediados del siglo XIX que en las épocas coloniales precedentes.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados