El artículo ofrece una revisión narrativa exhaustiva sobre el papel de la inteligencia artificial (IA) en el futuro de la medicina, centrándose en su potencial para reemplazar a los médicos en diversas aplicaciones clínicas. Se exploran en detalle las tecnologías de IA, como el aprendizaje automático y profundo, especialmente las redes neuronales convolucionales (CNN), y se analizan sus aplicaciones en el diagnóstico asistido por IA en áreas como la oncología, cardiología y odontología. Se destacan tanto las ventajas como las desventajas de la IA en medicina, incluyendo su capacidad para analizar grandes volúmenes de datos médicos y mejorar la precisión del diagnóstico, así como los desafíos éticos y prácticos relacionados con la protección de datos de pacientes y la transparencia en la toma de decisiones. Aunque la IA muestra un gran potencial para transformar la atención médica, se concluye que actualmente sigue siendo una herramienta de apoyo para los médicos y no puede reemplazar completamente la toma de decisiones clínicas. Se resalta la importancia de abordar los desafíos pendientes y continuar investigando y desarrollando nuevas tecnologías para aprovechar al máximo el potencial de la IA en la medicina.
The article provides a comprehensive narrative review of the role of artificial intelligence (AI) in the future of medicine, focusing on its potential to replace physicians in various clinical applications. AI technologies such as machine and deep learning, especially convolutional neural networks (CNNs), are explored in detail, and their applications in AI-assisted diagnosis in areas such as oncology, cardiology, and dentistry are discussed. Both advantages and disadvantages of AI in medicine are highlighted, including its ability to analyze large volumes of medical data and improve diagnostic accuracy, as well as ethical and practical challenges related to patient data protection and transparency in decision-making. Although AI shows great potential to transform medical care, it is concluded that it currently remains a support tool for clinicians and cannot completely replace clinical decision making. It highlights the importance of addressing the remaining challenges and continuing to research and develop new technologies to maximize the potential of AI in medicine.
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