Alfredo Martínez Arias, Pedro Beltrán Medina, Alicia Meroño Baños, Pedro Javier Beltrán Roca
El exceso de nitrógeno puede provocar efectos adversos sobre el cultivo y el lavado de los excedentes de nitratos no absorbidos por las plantas, que se convierte en lixiviado potencial contaminante del medio saturado (acuíferos y masas de agua superficiales). Por otro lado, los cultivos tratados con fertilizantes fosfatados absorben solo el 10-15 %; el resto se acumula en el suelo, se lixivia hacia la zona saturada o va a parar a los ríos, los lagos y, con el paso del tiempo, a los océanos. En el entorno acuático, este exceso de nutrientes nitrogenados y fosfatados incrementa las floraciones de algas, reduciendo considerablemente la biodiversidad, en un proceso conocido como eutrofización; proceso provocado por exceso de nutrientes, principalmente nitrógeno y fósforo, procedentes mayoritariamente de la actividad antrópica (agrícola, ganadera, industrial, urbana y forestal). El principal objetivo de la huella de nitrato y fosfatos es la caracterización y cuantificación de los vertidos y lixiviados de compuestos nitrogenados y fosfatados (nutrientes esenciales) por efecto de actividades agrícolas y ganaderas hacia el agua subterránea o medio saturado, con objeto de mitigar a corto plazo y eliminar a medio y largo plazo la contaminación de las masas de aguas subterráneas y superficiales, por compuestos nitrogenados y fosfatados.
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