La derrota militar de Ucrania está servida, pero lo más peligroso es que también, y sobre todo, será una derrota de la OTAN contra Rusia “por procuración”, cargada de consecuencias para el liderazgo global occidental, dentro y fuera de Europa. Así que, tratándose de eso, la pregunta del momento es ¿cómo responderá la OTAN a su derrota en Ucrania? “Es el momento de restablecer la diplomacia y volver a las negociaciones, aunque llevará algún tiempo invertir la propaganda de la última década y preparar al público para una nueva narrativa. Como vimos en Afganistán, las élites político-mediáticas nos asegurarán que estamos ganando, hasta que huyamos de forma desorganizada con gente cayendo de los aviones”, dice el analista noruego Glenn Diesen.
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