Resumen de A cross-sectional study: the impact of extreme weather, sleep quality, and physical activity

Gilang Ramadan, Giofandi Samin, Arief Ibnu Haryanto, Sulasikin Sahdi Kadir, Ardo Okilanda

• español

  Este estudio tiene como objetivo explorar el impacto de las condiciones meteorológicas extremas en la calidad del sueño y la actividad física en Gorontalo utilizando un diseño de investigación transversal. Se recogieron datos de 220 encuestados de entre 18 y 25 años utilizando el Índice de Calidad del Sueño de Pittsburgh (PSQI), el Cuestionario Internacional de Actividad Física (IPAQ) e información meteorológica de BMKG Gorontalo. Los resultados mostraron que las condiciones meteorológicas extremas, especialmente las altas temperaturas, reducían significativamente la actividad física y afectaban a la calidad del sueño. Los encuestados con mayores niveles de actividad física mostraron una mejor calidad del sueño (puntuaciones más bajas en el PSQI). El tiempo extremo también reduce la motivación para hacer ejercicio, aumentando el riesgo de problemas de salud como la deshidratación y el golpe de calor. En conclusión, se necesitan urgentemente intervenciones de salud pública que promuevan la actividad física y la mejora de la calidad del sueño durante condiciones meteorológicas extremas para reducir los riesgos para la salud asociados. Este estudio subraya la importancia de comprender los mecanismos específicos de cómo el clima extremo afecta al sueño y a la actividad física, y de desarrollar estrategias para mantener rutinas saludables a pesar de las condiciones meteorológicas adversas.

• English

  This study aims to explore the impact of extreme weather condition on sleep quality and physical activity in Gorontalo using a cross-sectional research design. The data were collected from 220 respondents aged 18-25 using the Pittsburgh Sleep Quality Index (PSQI), International Physical Activity Questionnaire (IPAQ), and weather information from BMKG Gorontalo. The results showed that extreme weather, especially high temperatures, significantly reduced physical activity and affected sleep quality. Respondents with higher physical activity levels showed better sleep quality (lower PSQI scores). Extreme weather also reduces motivation to exercise, increasing the risk of health problems such as dehydration and heat stroke. In conclusion, public health interventions that promote physical activity and improved sleep quality during extreme weather conditions are urgently needed to reduce associated health risks. This study emphasises the importance of understanding the specific mechanisms of how extreme weather affects sleep and physical activity, and developing strategies to maintain healthy routines despite adverse weather conditions.