Marta Gálvez López, Cristina González González, Ignacio Castell-Ruiz Martínez, Victoria Bartol García, M. Aránzazu Fernández Marco, Patricia Collantes Bueno
Una de las prácticas más frecuentes de enfermería en el ámbito hospitalario es la canalización de un acceso vascular periférico.
Los pacientes en ocasiones reciben varias punciones venosas en el intento de canalizar una vía venosa para la administración del tratamiento prescrito. Esto compromete la integridad de sus venas, ya que cada vez que se inserta una aguja en la vena, se produce una lesión que luego va a dejar una cicatriz1. Esta cicatriz puede dificultar futuras punciones venosas. Además determinados fármacos como los usados en quimioterapia también pueden dañar las venas. Por ello es importante elegir el dispositivo de acceso vascular (DAV) que mejor se adapte a cada paciente.
One of the most common nursing practices in the hospital setting is the cannulation of peripheral vascular access.
Patients sometimes receive several venipunctures in an attempt to channel a venous line for the administration of the prescribed treatment. This compromises the integrity of your veins, since every time a needle is inserted into the vein, an injury occurs that will then leave a scar1. This scar can make future venipunctures difficult. In addition, certain drugs such as those used in chemotherapy can also damage the veins. Therefore, it is important to choose the vascular access device (VAD) that best suits each patient.
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