En este trabajo indaga sobre la enajenación de los patronatos laicos eclesiásticos durante la Guerra de Sucesión. Estos derechos, de origen medieval y que otorgaron un gran poder en la comunidad, fueron desempeñado en distintas iglesias vascas de forma hereditaria por la familia Idiáquez (duques de Ciudad Real), gracias a las mercedes conseguidas de la mano de los Austrias. Sin embargo, en los primeros años de su reinado, decidió manejar sus rentas para financiar la Real Fábrica de Armas de Placencia, lo que provocó, junto con otros acontecimientos, la marginación de dicha familia guipuzcoana. Desde un enfoque de microanálisis, se puede contemplar los importantes cambios que se llevaron a efecto desde la misma llegada del primer rey de la dinastía Borbón, lo que conllevó una importante renovación de elites gobernantes.
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