Desde que el ser humano ha existido, no ha dejado de imaginar cosas que parecen imposibles: desde los primeros homos sapiens que imaginaron que sus labores serían más fáciles con artefactos, hasta el discurso de JF Kennedy que pensó que las personas podrían ir a la luna. En ambos casos no se quedaron en lo teórico de la imaginación, se hizo un plan y se llevaron a cabo esas ideas y hoy son parte de nuestras hazañas tecnológicas. Por lo tanto, nuestros avances en tecnología serán tan infinitos como los límites de nuestra imaginación.
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