En un mundo reducido al tamaño de una aldea de mil habitantes, vivirían en él tres refugiados. Este cálculo, realizado por el equipo The World Village Project1 puede ser maximizado de nuevo hasta la cifra real de veinte millones de personas. A este número habría que sumarle el de aquellas personas que no alcanzan la categoría de "refugiado", que no están incluidas en ninguna lista o no han cruzado la frontera de su país, pero sin embargo se ven obligadas a desplazarse de sus lugares de origen por una misma problemática. Guatemala es un país que se ha visto inmerso en un conflicto armado en el que ha habido violaciones sistemáticas de los derechos humanos durante más de treinta años. Sobre el origen y los elementos que hicieron posible que el conflicto se desarrollase hay diversas opiniones respecto a si eran o no ideológicos pero, el factor económico, como desencadenante de una situación de desigualdad social y económica, parece ser uno de los puntos fundamentales, aunque se tiene como causa principal -pero no única- la política contrainsurgente del Estado guatemalteco2. Entre las consecuencias que provocó la violencia generada en dicho conflicto se encuentra el desplazamiento masivo de grupos de población hacia otros lugares diferentes a sus comunidades de origen: "La causa general del desplazamiento se encuentra en el desarrollo del conflicto armado en la zona de expulsión, vale decir, en las aldeas, parajes, pueblos (...) (salieron) por haber sido objeto de amenaza directa, por haber escapado de un atentado a su persona, o por cualquier otro motivo en el que había una individualización del terror (...) se desplazaron a causa del contexto local de violencia que se vivía, y por ser la próxima víctima que ello producía (...) hay factores subjetivos y objetivos entremezclados (...) lo único real, el dato esencial, es que optaron por migrar, y ahora, años después se consideran sobrevivientes"3. Estos flujos de personas que huían de los efectos, directos o indirectos, de la violencia, tuvieron sus puntos más altos a fines de los años 70 y principios de los 804, como efecto de un aumento en la violencia del país. Las características de estos movimientos son claramente diferentes a los de tipo económico observados con anterioridad a la etapa del conflicto: "El tipo de desplazamiento que se registró al inicio de esta década entre la población campesina (...) fue, aparte de masivo, abrupto, imprevisible en cuanto a su duración, ubicación y condiciones de vida, e incierto en cuanto a las características de retorno a las comunidades de origen"5 . El proceso de desplazamiento y refugio es calificados en un principio como algo temporal y breve, pero "en la medida que la crisis regional se prolonga, se va transformando en algo permanente, lo que a su vez genera nuevos cambios sociales, culturales, económicos y psicosociales que inciden tanto en las poblaciones de las zonas de recepción como en los propios migrantes"6. El "desarraigado" es definido en el Acuerdo para el Reasentamiento de Personas Desarraigadas por el Conflicto Armado de 1994 como "... el conjunto de personas que (...) por motivos vinculados con el enfrentamiento armado viven en Guatemala o en el exterior, e incluyen, en particular, los refugiados, los retornados y los desplazados internos, tanto dispersos como agrupados, incluyendo las Comunidades de Población en Resistencia"7. Las tipologías que agrupa el término "desplazado" son diversas según el tratamiento que cada autor le dé y su área de estudio. Seguiremos la clasificación dada por los investigadores de AVANCSO –Asociación para el Avance de las Ciencias Sociales en Guatemala-, en la que se diferencian a los desplazados internos -dispersos y en la montaña (Comunidades de Población en Resistencia, CPR)- de los desplazados en general, y en donde también están incluidos los refugiados guatemaltecos en el exterior, ya que este equipo considera que "el criterio fundamental para definir a un refugiado debe ser el mismo que el que se debe aplicar para determinar a los desplazados internos"; aunque nos alejamos de su clasificación en el grupo de las Comunidades de Población en Resistencia , ya que son "las CPR un tipo especial del primer caso, con características distintas a esas otras familias diseminadas que se resguardan fuertemente en el anonimato. Por sus connotaciones políticas, las primeras han recibido bastante atención y su caso es suficientemente conocido"
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