Elvira Villa Camarma, Rafael Martín Aguilera
Creo que el título supera las expectativas reales de esta ponencia pues no pretende ser una síntesis de la situación de la sanación en la sociedad capitalista-occidental. Mi pretensión es más humilde, y también más ajustada a la realidad. Más bien, es una reflexión de cómo se entiende la sanación dentro de una sociedad en la que la responsabilidad de la salud del individuo está delegada en el Estado y en un grupo social (médicos alópatas). Intentaré establecer las similitudes entre el chamán indio y el sanador occidental, siendo una de ellas el concepto de enfermedad, así como el actuar en un nivel alterado de conciencia (en contacto y comunicación con otros niveles de la realidad). En este sentido intentaré exponer cómo se construye el concepto de curación por parte de sanadores y chamanes, no como un estado estático sino como un proceso de ajuste de la persona con su propia realidad y de conocimiento del "yo" real; a diferencia de la construcción de este concepto por parte de la medicina oficial. También voy a hablar de las diferencias entre una medicina cada vez más especializada, con el objetivo de curar la enfermedad, reparar el órgano... y la sanación y el chamanismo como medicina alternativa holística, y por lo tanto, el sanador y el chamán como especialistas en el acompañamiento de la persona en su proceso de curación. No pretendo enfrentar las dos medicinas sino exponer su complementariedad y su distinto enfoque sobre lo que se entiende por salud. Quiero presentar, en mi opinión, las dos diferencias más importantes entre el chamán indio y el sanador occidental: en primer lugar el chamán está enmarcado en un pueblo, con un rol social determinado e importante y el sanador en la sociedad occidental no goza de este privilegio, sino que roza la marginalidad; y en segundo lugar, el modo de entrar en un nivel alterado de conciencia por parte del chamán es por medio de sustancias alucinógenas y el sanador utiliza la meditación, técnicas de control mental, etc, pero en ningún caso drogas sancionadas legal y socialmente en nuestra cultura. El sanador, así como en chamán, ve a la persona como un ser en proceso, en constante evolución hacia el reencuentro con su realidad más profunda y plena, que para el creyente tiene el nombre de "Dios" y para otros será "La Energía Universal" u otro similar. El primer paso sería llegar al "darse cuenta", tomar conciencia de lo que soy, de lo que pretendo... y llegar al "darse cuenta que se da cuenta". Lo que Fedora Aberastury (Chile, creadora del "Sistema Consciente para la Técnica del Movimiento") y Lola Poveda (España, doctora en pedagogía y creadora del Instituto para el Desarrollo Integral) hablan del paso de conciencia de estar derecho a la conciencia de verticalidad. El homo sapiens está derecho, lo que hace que se desenvuelva de forma satisfactoria en su entorno más inmediato, adaptando sus respuesta a sus necesidades más primarias (alimentación, reproducción, seguridad y descanso); pero en su evolución se encuentra con la "verticalidad" que le hace entrar en una dimensión más universal, atómica, en dónde se descubren todas las posibilidades, todas las verdades/realidades. Sería lo que los místicos han llamado la "iluminación". Lo que nos encontramos en nuestra sociedad occidental y también en Latinoamérica es que los seres humanos nos hemos adaptado a la vida por la vivencia de diferentes experiencias afectivas, emocionales, sociales... y que nos hemos dedicado a vivir, mejor dicho, a sobrevivir
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