Uno de cada tres reclutas, sin uniforme: las restricciones de Defensa afectan desde las armas a la soldada

• Autores: Óscar López-Fonseca
• Localización: Época, ISSN 0213-1080, Nº. 400 (20-26 OCTUBRE), 1992, págs. 56-60
• Idioma: español
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• Resumen

  • Los presupuestos asignados por Carlos Solchaga al Ministerio de Defensa para 1993 han vuelto a provocar el malestar entre militares y empresarios de las industrias relacionadas con este departamento. Todos coinciden en afirmar que con los 755.000 millones de pesetas que asigna el proyecto enviado al Congreso "sería un milagro que el Ejército mantuviese su operatividad". Junto a los proyectos de compras de sistemas de armas que se ven suprimidos o reducidos por la falta de dinero, las cantidades que se dedicarán a la compra de la uniformidad convertirá en tarea imposible vestir a uno de cada tres nuevos reclutas que se incorporen este año. Incluso se anuncia que no les subirán la soldada a las 10.000 pesetas prometidas. Puede que a partir de ahora "la gente haga la "mili" con lanza y en vaqueros", reconoce un militar consultado.