A la tercera va la vencida. Por fin, tras amagar y no dar en anteriores declaraciones sobre su vida privada, el Príncipe ha hecho frente a la rumorología y desmentido boda alguna, al menos hasta que termine sus estudios, en junio de 1993..., o 1994. De nuevo, las revelaciones del heredero de la Corona han sido realizadas de regreso de uno de sus viajes oficiales al extranjero, a bordo de un avión de las Fuerzas Aéreas y ante el reducido grupo de periodistas que le han acompañado. En esta ocasión, además, sus palabras coinciden con el comienzo del curso universitario y ante la perspectiva de una nueva etapa planificada al detalle por la Casa Real. Objetivo: consolidar la imagen de un heredero maduro, responsable e independiente, ajeno a las especulaciones sobre la relación sentimental que mantiene con Isabel Sartorius desde hace más de tres años.
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