En este artículo nos proponemos recorrer el entramado de una política educativa que, desde el 2005 en adelante, buscó desde el Ministerio de Educación de la Nación promover la enseñanza del pasado reciente en las escuelas. En particular: la construcción de una Red Nacional de Educación y Memoria y la producción de materiales educativos. Asimismo, presentamos algunos datos significativos de un relevamiento nacional realizado junto a la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires sobre las representaciones de los estudiantes sobre la historia argentina reciente.Este texto recupera una experiencia que tiene en el centro algunas preguntas fundantes como: qué, cómo y para qué enseñar sobre temas de memoria. Y muestra algunos resultados concretos y también una nueva agenda de problemas, pedagógicos y políticos, donde aparecen cantidad de desafíos futuros.
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