En su escrito Acerca de la pregunta ¿qué significa ilustrar?, Mendelssohn afirma que el progreso de la ilustración encuentra sus límites cuando amenaza los fundamentos religiosos y morales de la sociedad. Estas suposiciones pueden ser leídas como parte de las críticas que desarrolla en Jerusalem, o acerca del poder religioso y judaísmo contra la filosofía de la historia de su amigo, Lessing. De ahí que este artículo intente mostrar cómo a partir de las diferencias entre las formas en que ambos autores definen el concepto de ilustración y de perfeccionamiento del ser humano, es posible entender la defensa del pluralismo religioso de Mendelssohn ante el peligro de una unidad definitiva que Lessing fija como meta del progreso de la historia.
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