Espacio sagrado y arquitectura cristiana

• Autores: Ricardo Usón García
• Localización: Aragonia sacra: revista de investigación, ISSN 0213-7631, Nº. 27, 2023, págs. 273-304
• Idioma: español
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• Resumen
  • español

    Aunque el arte primitivo se incardina en la percepción del misterio de lo transcendente habrá que esperar al desarrollo de la construcción positiva para que puedan surgir edificaciones conformadoras de un ámbito sagrado. En Israel el templo era único. Todo cambia con Cristo, quien se constituye en sí mismo en el templo único, y los creyentes, como piedras vivas en Él, conforman el edificio del nuevo templo.

    El Concilio de Nicea permitió que la Encarnación del Verbo fuera imagen de veneración y los templos cristianos participan en la construcción de arquitecturas convertidas en auténticas obras de arte. Con la cima de la filosofía escolástica se articuló el edificio gótico que amparó el cambio de paradigma de la incorporación de la presencia eucarística permanente. Reaccionando a la poderosa herejía reformadora, el Concilio de Trento trajo una cultura propia, la Contrarreforma, y la iglesia del Gesù, templo central de la Compañía de Jesús se convirtió en el paradigma del templo católico moderno.

    En el inicio del s. XX, la arquitectura cristiana, con la difusión de las ideas del “movimiento litúrgico”, fue dando paso a una nueva concepción espacial. Tras el Concilio Vaticano II, una poética anclada en el minimalismo del movimiento moderno desembocó en una arquitectura distinta de los modelos históricos.

    La Via Pulchritudinis presenta la belleza, expresión de la epifanía de la verdad y alegría de los cristianos. La tradición misma de la Iglesia es fuente de verdad y alegría. Es preciso conservar toda la riqueza de la liturgia en todo su esplendor y aprovechar el gigantesco legado de la arquitectura y el arte del cristianismo para seguir transmitiendo el mensaje fresco y alegre, pero también sublime, de la fe.

  • English

    Although primitive art is embedded in the perception of the mystery of the transcendent, we will have to wait for the development of positive construction so that buildings that shape a sacred environment can emerge. In Israel the temple was unique. Everything changes with Christ, who constitutes himself the unique temple, and the believers, like living stones in Him, make up the building of the new temple.

    The Council of Nicaea allowed the Incarnation of the Word to be an image of veneration and Christian temples participate in the construction of architectures converted into authentic works of art. At the peak of scholastic philosophy, it was articulated the Gothic building that supported the paradigm shift of the incorporation of the permanent Eucharistic presence. Reacting to the powerful reforming heresy, the Council of Trent brought its own culture, the Counter-Reformation, and the church of the Gesù, the central temple of the Society of Jesus, became the paradigm of the modern Catholic temple.

    At the beginning of the s. XX, Christian architecture, with the dissemination of the ideas of the “liturgical movement”, gave way to a new spatial conception. After the Second Vatican Council, a poetics anchored in the minimalism of the modern movement led to an architecture different from historical models.

    The Via Pulchritudinis presents the beauty, expression of the epiphany of truth and joy of Christians.

    The very tradition of the Church is a source of truth and joy. It is necessary to preserve all the richness of the liturgy in all its splendor and take advantage of the gigantic legacy of the architecture and art of Christianity to continue transmitting the fresh and joyful, but also sublime, message of faith