Cubrebocas, el Van Gogh de la pandemia

• Autores: Alejandro E. Macías Hernández, Héctor Hugo Bustos López
• Localización: Versiones no oficiales de la pandemia: Covid-19 en México. Textos críticos / coord. por Francisco Antonio Salcido, Héctor Hugo Bustos López, 2022, ISBN 978-607-99746-2-6, págs. 365-378
• Idioma: español
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• Resumen

  • Lo más importante de una infección viral es determinar cuál es la tasa de infectados (R0) y qué tan letal es (tasa de letalidad). Un virus que contagia mucho y tiene una alta mortalidad es extremadamente peligroso. Sars-Cov-2, o Covid-19, tiene ambas características. La gripe estacional, por ejemplo, se multiplica en la garganta, se contagia muy fácilmente, tiene alrededor de 1 000 millones de infectados en el año, pero posee una letalidad muy baja: 0.1%. El virus del síndrome respiratorio grave Sars-Cov-1, que surgió en 2002, provoca neumonías letales pero es poco contagioso. Tiene una letalidad de 10%, pero sólo infectó a 8 000 personas. El Sars-Cov-2 se multiplica en la garganta mil veces más que el Sars-Cov-1 y puede provocar neumonías con una letalidad de 1 a 10%, dependiendo de las condiciones de cada país. Al momento (9 de julio de 2020) ha provocado infecciones en más de 12 000 000 de personas y 550 000 muertes). Para resolverse, las pandemias requieren: una vacuna (aún no existe) o un tratamiento específico (aún no lo hay) o medidas de salud pública (que a veces se siguen y a veces no). Estas medidas de salud pública las aprendimos en la universidad, se han aplicado desde 1918, durante la pandemia de la gripe española, y siguen siendo las mismas.