La profesión periodística tiene el don del aprendizaje. De eso se trata. El periodista aprende e investiga, cada día, algo nuevo. Por eso Gabriel García Márquez lo describía como “el mejor oficio del mundo”.
Sin duda lo es. Pero su exigencia de aprendizaje cotidiano no es fácil de seguir. Muchos quedan en el camino, y otros caen en rutinas de especialidad que no les permite aprovechar muchas herramientas disponibles para el desarrollo de su trabajo. El objetivo de esta reflexión es intentar convencer a los periodistas —a los actuales, a los futuros y a los que están a punto de jubilarse— de que aprendan un nuevo lenguaje: el código básico de programación para obtener información. Es como si aprendieran una técnica nueva para hacer una entrevista a una fuente —Internet— que puede dar respuestas a casi todas las preguntas. Pero para hablar con esa fuente, técnica, es necesario hablar su idioma. No es sólo el presente de una profesión como la periodística, es el presente de muchas de las profesiones del futuro. No dejen de aprender
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados