Mario Pereira Garmendia, Diego Alberto Zapata Gonzales
Salvo por la invasión ilegal perpetrada por Saddam Hussein contra Kuwait, el mundo no había presenciado una agresión internacional tan prístina y manifiesta como la perpetrada por los líderes políticos y militares de la Federación Rusa contra la República de Ucrania. El presente trabajo tiene el cometido de analizar dicho delito de agresión internacional o crimen contra la paz, tanto en su regulación por el Estatuto del Tribunal Militar Internacional de Núremberg (y su homólogo de Tokio) como en el Estatuto de la Corte Penal Internacional conforme a la redacción dada por la Conferencia de Kampala de 2010. En el primer caso, siguiendo la llamada “teoría de la responsabilidad colectiva” diseñada por Murray Bernays, fundada en dos velocidades: (i) la determinación de una conspiración (conspiracy) por parte de los líderes políticos y militares para lanzar una guerra de conquista sobre otro u otros Estados, así como la declaración de ilegales/criminales a aquellas organizaciones o instituciones creadas por dichos líderes para ejecutar tal plan criminal; y (ii), la determinación de la responsabilidad penal de todos aquellos individuos que, con conocimiento de ello y libremente, hayan decidido integrar tales organizaciones o instituciones ilegales y hayan interactuado con los demás miembros en la prosecución del resultado criminal. En el segundo caso (Estatuto de la Corte Penal Internacional), el delito se ha tipificado como un tipo penal especial propio, respecto del cual no se habilita a imputar responsabilidad alguna a título de partícipe sobre los extranei.
Asimismo, se argumentará sobre la necesidad de constituir un tribunal internacional penal ad hoc o híbrido mediante un tratado bilateral celebrado entre Ucrania y la Asamblea General de la ONU, cuya misión sea el juzgamiento y castigo de todos los responsables por el delito de agresión internacional perpetrado contra el pueblo ucraniano. Este tribunal debería ostentar competencia sólo sobre el delito de agresión internacional, así como habilitar el enjuiciamiento in abstentia.
Except for the illegal invasion perpetrated by Saddam Hussein against Kuwait, the world had not witnessed such pristine and overt international aggression as that perpetrated by the political and military leaders of the Russian Federation against the Republic of Ukraine. This article analyzes the crime of international aggression or crime against peace, both in its regulation by the Statute of the International Military Tribunal of Nuremberg (and its counterpart in Tokyo) and in the Statute of the International Criminal Court in accordance with the wording given by the Kampala Conference of 2010. The first case fits the so-called Theory of Collective Responsibility designed by Murray Bernays, founded on two speeds: (i) the determination of a conspiracy by the political and military leaders to launch a war of conquest over another State or States, as well as the outlawing of those organizations or institutions created by the leaders to execute the criminal plan; and (ii) the determination of the criminal responsibility of all those individuals who, knowingly and freely, have decided to join such illegal organizations or institutions and have interacted with the other members in the pursuit of the criminal result. In the second case (Statute of the International Criminal Court), the crime has been classified as its particular criminal type, concerning which there is no possibility of attributing liability to third parties.
Likewise, the need to establish an ad hoc or hybrid international criminal tribunal through a bilateral treaty between Ukraine and the UN General Assembly is advocated. The mission of such a tribunal should be to prosecute and punish all those responsible for the crime of international aggression perpetrated against the Ukrainian people. Such a tribunal should have jurisdiction only over the crime of international aggression, with the possibility of conducting trials in absentia.
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