El lunes desembarcaba en la tierra conquistada de Antena-3 Televisión, y el martes se ponía al habla con todos los periodistas que de una manera complaciente o crítica -sobre todo con estos últimos- se habían ocupado de comentar su polémico nombramiento. Manuel Campo Vidal, nuevo director de los Servicios Informativos de la Televisión de Asensio, Murdoch y Mario Conde, dedicaba así sus primeras horas al frente de una de las tres cadenas privadas de España, a dar la cara. Una cara amable con la que procura hoy más que nunca lavar serias sospechas sobre supuestas vinculaciones políticas y negocios con los que ha alternado en los últimos años su profesión.
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