“A fin de cuentas, soy un histérico perfecto” (LACAN, 1976-77, p. 38) dirá Lacan en su Seminario 24. Partiendo de esa cita nos interrogamos sobre la posibilidad de un movimiento estructural y subjetivo tal que pueda caracterizarse como distinto de la histeria propiamente dicha y del posicionamiento de un final de análisis de un sujeto histérico. ¿Hay individuos excepcionales que nos invitan a pensar movimientos estructurales excepcionales? Nuestro artículo, amparado en algunas figuras relevantes de la historia -en especial en la de Sócrates-, se lanza hacia esa búsqueda. ¿Qué tipo de lazo establece el histérico perfecto? ¿Qué rasgos de la histeria se sostienen y cómo se presentan? Estos y otros interrogantes acompañarán nuestro desarrollo.
“In the end, I am a perfect hysteric,” (LACAN, 1976-77, p. 38) Lacan will say in his Seminar 24. Starting from that quote we question the possibility of a structural and subjective movement that can be characterized as distinct from hysteria itself and from the positioning of an end of analysis of a hysterical subject. Are there exceptional individuals who invite us to think about exceptional structural movements?Our article, supported by some relevant figures in history -especially that of Socrates -launches itself towards that search. What kind of bond does the perfect hysteric establish? What features of hysteria are sustained and how are they presented? These and other questions will accompany our development.
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