A partir del siglo XVIII, varios editores y otros eruditos cervantinos han propuesto un cambio de la frase ¿libros de entendimiento¿ que emplea el cura para caracterizar a las obras pastoriles en Quijote I.6 a ¿libros de entretenimiento.¿ Se basan en el uso del término ¿libros de entretenimiento¿ en otros escritos cervantinos y en la supuesta actitud negativa de Cervantes hacia la literatura pastoril. Pero el uso del término entendimiento para caracterizar a la literatura valiosa (a diferencia de los libros de caballerías, sobre todo) fue comunísimo en la literatura crítica del siglo XVI. Puede significar ¿intelecto¿ o ¿significado¿ o las dos cosas a la vez. Así que las palabras del cura vienen a representar una dramatización de un debate crítico renacentista sobre la posibilidad de obras de ficción meritorias e inofensivas. Ni es prudente creer en la negatividad cervantina hacia lo pastoril a base de los episodios pastoriles del Quijote o las palabras de Berganza en ¿El coloquio de los perros.¿ Estas representan la incomprensión del concepto de convención literaria por parte de un receptor ignorante y aquéllos la confusión por parte de lectores defectuosos entre la literatura y la vida. Dado que la expresión ¿libros de entendimiento¿ es un tópico renacentista, es muy probable que en este caso coincidieran las opiniones del cura y de Cervantes. Por lo menos, debido a su condición de relator de chistes, en vez de objeto de un chiste autorial, el cura demuestra en este caso más autoridad narrativa de la que ostenta Berganza. Sin embargo, en combinación, las observaciones del cura y las de Berganza representan una perspectiva completa sobre lo pastoril ¿un género serio desde un punto de vista intelectual, pero carente de verosimilitud en el sentido más estricto del término. En cambio, Don Quijote y Persiles, representarán un tipo de ficción más completa ¿a la vez seria y verosímil.
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