Cordoba, España
Los intérpretes de piano a través de la música de cámara desarrollan unas competencias que no sólo están implicadas en la ejecución instrumental, en la activación de la audición consciente o en la comunicación no verbal: gestual, visual y auditiva, que permite precisar en un amplio espectro de parámetros musicales. Además, la interpretación camerística atesora una característica psicológica inherente en esta actividad como es el componente social. El pianista de cámara cuenta con las ventajas de la socialización, ya que el “otro” se hace visible. El compromiso en el proyecto sonoro común genera un vínculo social entre los intérpretes que pone de relieve relaciones de democracia interpretativa, de empatía y actitudes de apertura emocional hacia roles tan dispares como el de líder o el de seguidor. Se afirma que el conocimiento de estas competencias y su implementación en el trabajo en ensemble, facilitará un saludable ambiente socio-emocional entre los miembros de un grupo camerístico y una respuesta resiliente ante la adversidad, lo que beneficiará el resultado sonoro final. Asimismo, la cuestión de género sugiere la existencia de unas diferencias significativas entre hombres y mujeres en el tratamiento de estas competencias socio-emocionales.
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