En 1297 el pontífice Bonifacio Viii autoriza al rey aragonés Jaime II, la creación de una universidad, que se establecería en Lérida. Su modelo no sería Toulouse - como quería el pontífice - sino Bolonia, "madre de las leyes" según los fundadores ilerdenses. Su primera documentación, del 1300, permite un buen conocimiento del proyecto, en que colaboraba el rey, el municipio, profesores y escolares. La jurisdicción del estudio se atribuye al rector, de acuerdo con la pauta boloñesa. Su tribunal y competencia, concecida por el rey, se limita por éste, así como por las autoridades del municipio; no obstante, es amplia, como corresponde a una universidad medieval dominada por los escolares y su rector
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados