El sector de los hipermercados se ha convertido en un "hipernegocio" para las arcas del PSOE. Entre el vasto sumario del "caso Filesa" aparecen cinco facturas pagadas por una firma del sector (Pryca) a la empresa vinculada a la supuesta financiación irregular socialista. Pero los beneficios no se ciñen a los dos extremos de la operación. En medio de las implantaciones de estos centros comerciales aparecen intermediarios procesados por estafas y personajes vinculados al partido. Las trabas urbanísticas tampoco han frenado esta nueva veta financiera. Los ayuntamientos socialistas se encargan de dar las facilidades. Es el "hiperchollo" del poder.
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