El pensamiento complejo de Edgar Morin es un referente que se instaura como un intento de mediación para la comprensión de los procesos intelectivos que exige la sociedad de conocimiento del siglo XXI. En el seno del mismo la integración del mayor número de facetas es importante si el sujeto del conocimiento desea abordar a un objeto específico. Sabiendo que en el fondo el proceso de conocimiento es mediado por todas las dimensiones constitutivas del hombre, se debe comprender que el mismo intento de conocer lleva en el seno incertidumbres, aleatoreidades, azares, errores junto a las certezas, determinismos y simplicidades propias incluso de la dimensión biológica de la que surge el pensamiento.
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