La mayoría de las perforaciones esofágicas ocurren como resultado de endoscopia terapéutica o ingestión de cuerpos extraños. El resultado tras la perforación depende de la causa, la localización, el tamaño de la lesión y el retraso diagnóstico. Puede producirse hemorragia, perforación, mediastinitis, piotórax o pericarditis. Presentamos el caso de un paciente con pericarditis tras una perforación esofágica por la ingestión de una espina de pescado
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