ntroducción: la endofuga de tipo II (EFT2) es la más frecuente tras la reparación endovascular de aneurismas de aorta abdominal (EVAR). Objetivos: analizar la presencia de endofugas de tipo II durante el seguimiento, la regresión del saco aneurismático, la tasa de reintervención debido a EFT2, el análisis de los resultados en nuestra serie de casos tratados con embolización de la AMI antes del implante de la endoprótesis aórtica como método útil para disminuir las EFT2 durante el seguimiento. Material y métodos: análisis retrospectivo de los pacientes tratados en nuestro centro con embolización de la AMI previa al EVAR en el periodo 2019-2021. Los criterios utilizados para la embolización de la AMI fueron: diámetro > 3 mm y AL con diámetro > 2 mm o aneurismas aortoilíacos. Se incluyeron 7 pacientes varones (edad media: 72,1 años). El 42 % presentaba aneurismas aortoilíacos. En dos casos se llevó a cabo la embolización de la AMI en un primer tiempo y posteriormente el EVAR; en los restantes se realizó en el mismo procedimiento. El diámetro medio de la AMI fue 5,02 ± 0,9 mm. Todos los pacientes presentaban, al menos, dos AL enfrentadas al origen de la AMI con un diámetro > 2 mm. Resultados: el éxito técnico fue del 100 %. La mediana de seguimiento, 20,7 meses. En los angio TAC al mes y a los 12 meses se objetivó una correcta embolización de la AMI. No hubo fugas de tipo II durante el seguimiento. En todos los casos se visualizó una disminución en el diámetro del saco aneurismático (mediana de regresión: 5,08 mm). No hubo reintervenciones relacionadas con la patología aórtica. Conclusiones: la embolización de la AMI previa al EVAR en pacientes con un diámetro > 3 mm y al menos dos AL con diámetro > 2 mm o aneurismas aortoilíacos parece proteger frente al desarrollo de EFT2 a los 12 meses, a la espera de poder confirmar los resultados a medio y largo plazo. Alto éxito técnico y aceptable regresión del saco aneurismático.
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