La democracia, o sistema político "del pueblo, por el pueblo y para el pueblo", tiene los consabidos tres poderes tradicionales, que son el Ejecutivo (el Gobierno); el Legislativo (las Cortes o el Parlamento); y el Judicial (los jueces). Y, naturalmente, existieron en el pasado, y especialmente en nuestro país, los llamados "poderes fácticos", que se reducían a estos tres: la Iglesia, las Fuerzas Armadas y la banca y la alta empresa.
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