Los filósofos morales ilustrados británicos reflexionaron sobre cómo se originaban y mantenían las sociedades en un mundo de pecado y, por ende, sin eternidad. Los ilustrados galos mantendrán una postura similar acerca de la humanidad y por ende respecto de la fraternidad. Ello se verá a su vez reflejado en la Revolución Francesa que, si bien amplía el concepto, lo restringe a Europa. Ese rechazo/relativización ilustrada de la fraternidad a raíz del pecado, se constata en Adam Smith. En su trabajo, hoy malentendido sólo como “económico”, establecerá al egoísmo cual fuente de la sociabilidad y a la vez el sentimiento que aseguraría la supervivencia de la especie. La reconsideración de esos fundamentos de la Modernidad en América Latina, llevan a tomar en cuenta otros principios para la organización sociopolítica, por ejemplo, la tradición de las primeras naciones del Cono Sur.Realidad: Revista de Ciencias Sociales y Humanidades No. 133, 2012: 461-487
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