Este trabajo analiza una experiencia de filosofía para niños vivida por el alumnado de sexto de Primaria, en un contexto socio cultural medio-bajo, en Málaga capital. Y pretende entender cómo contribuye el diálogo filosófico -en el marco del proyecto Spilia- a generar conflictos cognitivos que posibilitan ampliar la perspectiva que los niños tienen sobre sí mismos cuando se confrontan con el pensamiento del otro. Se trata de pensar si el intercambio de ideas sobre valores y cultura se traduce en un desequilibrio de concepciones preconcebidas, que les permita ampliar su perspectiva del otro. Esto es, entendiéndole en su singularidad y permitiendo una reconstrucción de las propias ideas a través del pensamiento del otro.
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