Se está tornando cada vez más evidente que el clásico crecimiento económico medido por el Producto Nacional Bruto es un indicador inadecuado del progreso socioeconómico. Como se ha calculado en 28 millones los niños que nacen con bajo peso cada año (en su mayor parte en los países del Tercer Mundo), los autores arguyen que la distribución del peso de nacimiento podría constituir un mejor criterio para medir el desarrollo socioeconómico, especialmente por ser éste un reflejo más exacto de los factores ambientales que contribuyen a las tasas totales de insuficiencia ponderal del recién nacido.
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