Resumen de Violencia en contra del personal de salud
- español
La violencia en contra del personal de salud (PS) afecta los derechos de los trabajadores y, también, a la atención de salud propiamente tal.
A nivel mundial aproximadamente 2/3 del PS ha sufrido algún tipo de violencia, casi la mitad ha recibido violencia no física y ¼ ha estado expuesto a violencia física, siendo médicos y enfermeras las profesiones con mayor riesgo y las unidades de urgencia y de psiquiatría los lugares de ocurrencia más común.
El problema es multifactorial y por lo tanto las medidas para prevenir la violencia o mitigarla deben ser enfocadas a los distintos involucrados y en las distintas fases temporales del evento.
La evidencia muestra que guías integradas con retroalimentación articulada logran reducir la violencia. La norma MINSAL del año 2018 para prevención y mitigación de la violencia es un paso en este sentido. Sin embargo, no existe un registro público de implementación de la norma ni una política pública nacional que coordine estos esfuerzos que posea un enfoque de gestión con retroalimentación continua. A futuro, junto con cuantificar el problema y definir sus causas en Chile, debiera plantearse el desafío de desarrollar una política nacional de prevención de la violencia en contra del PS.
- English
Violence against healthcare workers (HW) is a fundamental rights issue and a public health problem. Globally two-thirds of HW have experienced violence, half of them experiencing non-physical violence and nearly a quarter being exposed to physical violence. Physicians and nurses are at greater violence risk, and the most common locations where incidents occur are emergency rooms and psychiatric units.
This problem is multifactorial, and therefore, measures to prevent or mitigate violence must englobe factors and temporal phases of the event. Evidence shows that integrated guidelines with articulated feedback can effectively reduce violence. The 2018 MINSAL standard for prevention and mitigation of violence is a step in this direction. However, there is currently not public record of the implementation of this standard, nor is there a national public policy coordinating these efforts with a focus on prevention management and continuous feedback.
Moving forward the perspective, in addition to quantifying the problem and identifying its causes in Chile, it is necessary to address the challenge of developing a national policy for the prevention of violence against HW. Such policy should aim to provide a comprehensive framework that incorporates feedback mechanisms, ensuring continuous improvement in the prevention and management of violence incidents.
