Las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y Ambientales son esenciales para mejorar la producción agrícola, la economía y ofrecer alimentos de calidad mientras se cuida el medio ambiente. En el municipio de Chitagá, donde la agricultura es la principal actividad económica, se llevó a cabo una capacitación sobre la implementación de estas prácticas a comunidades agrícolas, centrándose en las fincas productoras de papa y durazno en las veredas Presidente, Llano Grande y Carrillo. Un total de 40 fincas fueron seleccionadas, 20 para trabajar en el cultivo de papa y 20 en el cultivo de durazno. Se realizó una evaluación inicial para comprender el conocimiento y las necesidades de la comunidad en relación con las BPA y prácticas ambientales. Las deficiencias identificadas sirvieron para personalizar la capacitación. Se llevó a cabo una socialización y sensibilización sobre la importancia de las BPA y el cuidado del medio ambiente, destacando los beneficios que conlleva su adopción. Se realizaron evaluaciones y encuestas posteriores para obtener retroalimentación de los participantes, lo que permitió comprender las perspectivas y necesidades de los productores. En conclusión, La deficiente gestión ambiental en ciertas comunidades resulta de la ausencia de capacitación proporcionada por instituciones o entidades pertinentes, el costo asociado con las mejoras en las fincas representa un desafío significativo que frecuentemente obstaculiza la obtención de certificaciones para estas propiedades, la dificultad para acceder a los predios dificulta la recolección de insumos que podrían ser reciclados posteriormente, generando un obstáculo adicional en el manejo sostenible de recursos y por último, la implementación de casetas ecológicas se destaca como una medida efectiva para reducir drásticamente la contaminación causada por residuos en el ámbito de los insumos agrícolas.
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