Resumen de Los legados de Manuel García de la Prada y Fernando Guitarte: la colección de Goya de la Real Academia de San Fernando
- español
La presencia de obras de Goya en las colecciones de la Real Academia de San Fernando aumentó notablemente con el ingreso en 1839 de las cinco tablas que habían pertenecido a Manuel García de la Prada. Hasta ese momento la colección se componía exclusivamente de retratos. Junto al del propio pintor, colgaban los de Fernando VII y Manuel Godoy, así como los de amigos, compañeros o personas próximas, estos últimos procedentes de diversas donaciones. Con el ingreso de estas tablas centradas en asuntos críticos de la sociedad de su tiempo y concebidas al margen del encargo, se amplió el carácter de la colección de Goya en la Academia. Un conjunto cuya singularidad se vio reforzada en 1978 con la extraordinaria herencia recibida de Fernando Guitarte. Gracias a ella, se han ido adquiriendo obras estrechamente vinculadas a la producción más libre y crítica de Goya, como el Autorretrato de hacia 1785 y las láminas de la Tauromaquia, además de otras de artistas directamente relacionados con él, hasta convertir dicha colección en signo de identidad de la Academia.
- English
The number of Goyaʼs works in the collection of the Royal Academy of San Fernando increased considerably in 1839 with the acceptance of the five oils on panel owned by Manuel García de Prada. Until then, the collection was composed solely of portraits: the self-portrait of Goya and those of Ferdinand VII and Manuel Godoy, as well as assorted friends, colleagues, and acquaintances. The latter works were from various donations. The character and scope of Goyaʼs collection in the Academy expanded with the acquisition of the oils on panel dealing with controversial motifs for the society of the time and free from the constraints attached to commissioned requests. The uniqueness of this group of works was reinforced in 1978 with the extraordinary inheritance received from Fernando Guitarte. Thanks to it, works closely linked to Goyaʼs freest and most critical production have been acquired, such as the Self-Portrait from about 1785 and the copperplates of his Tauromaquia. Other works by artists directly related to Goya have also been acquired, to the extent that it has become the identity marker of the Royal Academy.
