Marta Domingo Novella, Rocío Pérez Escorihuela, Victoria Armengod Fandos, Inés Velasco Serrat, Leticia Ferrer Aguilo, Sara Escorihuela Piquer
La disfagia es un trastorno caracterizado por la dificultad o incomodidad de llevar a cabo el proceso de formación y deglución del bolo alimenticio, desde la boca hasta la llegada al estómago, puede estar producida por elementos líquidos o sólidos. Anatómicamente, diferenciamos la disfagia orofaríngea, de la esofágica y según la etiología, puede ser producida por enfermedades neurológicas, alteraciones estructurales, fisiológicas o multifactoriales.
La prevalencia es del 60 % en pacientes institucionalizados, un 40% en hospitalizados y 11-16% en no hospitalizados. Existe una incidencia mayor a partir de los 65 años, presente en patologías de forma concomitante y relacionada con el propio proceso de envejecimiento.
Aunque los síntomas iniciales sean leves, la presentación puede ser asintomática o desarrollar consecuencias graves, tales como neumonía por aspiración, deshidratación o estados de desnutrición que afectan a nivel sistémico.
Cuando se realiza un diagnóstico precoz, nos permite llevar a cabo un abordaje interdisciplinar tratando la causa que produce la afección, podemos mejorar la calidad de vida del paciente, disminuir los síntomas, prevenir las posibles complicaciones asociadas y ralentizar la progresión de la enfermedad, para ello es importante individualizar cada caso, realizar una correcta educación para la salud, tanto a paciente, como familiares y cuidadores, contribuir en la rehabilitación, mejorar la postura y adecuar las viscosidades tanto de alimentos, como de fármacos, según el grado y nivel de afectación de cada paciente.
El avance de la disfagia sin haber llevado a cabo un tratamiento adecuado puede causar deterioro del estado general y nutricional de estos pacientes y es capaz de causar problemas irreversibles en las personas.
Dysphagia is a disorder characterized by the difficulty or discomfort in carrying out the process of formation and swallowing of the food bolus, from the mouth to the arrival at the stomach, it can be produced by liquid or solid elements. Anatomically, we differentiate oropharyngeal dysphagia from esophageal dysphagia and depending on the etiology, it can be produced by neurological diseases, structural, physiological or multifactorial alterations.
The prevalence is 60% in institutionalized patients, 40% in hospitalized patients and 11-16% in non-hospitalized patients. There is a higher incidence after 65 years of age, present in concomitant pathologies and related to the aging process itself.
Although the initial symptoms are mild, the presentation can be asymptomatic or develop serious consequences, such as aspiration pneumonia, dehydration or malnutrition states that affect the systemic level.
When an early diagnosis is made, it allows us to carry out an interdisciplinary approach treating the cause that produces the condition, we can improve the patient’s quality of life, reduce symptoms, prevent possible associated complications and slow down the progression of the disease, for which it is important to individualize the diagnosis.
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