Mi intimidad como negocio-espectáculo: 'Me exhibo, luego existo

• Autores: Jesús Peris Camarasa
• Localización: Fòrum de Recerca, ISSN-e 1139-5486, Nº. 28 (XXVIII Jornades de Foment de la Investigació i de la Transferència en Ciències Humanes i Socials), 2023, págs. 110-113
• Idioma: español
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• Resumen
  • español

    La transparencia se ha convertido en una de las demandas más característica de la modernidad reciente. La proliferación, difusión y perfeccionamiento de múltiples plataformas digitales y redes sociales ha generado entre los sujetos contemporáneos la necesidad de comparecer, presentar(se) y (auto)exhibirse públicamente frente al resto a través de tales emplazamientos digitales, quedando el cumplimiento de esta serie de encomendaciones supeditados al posible acceso, consecución y detención de las principales recompensas sociales del momento en curso: likes, seguidores, notoriedad pública, dinero, etcétera. En tales circunstancias, las plataformas digitales y redes sociales se configuran como escaparate vital hegemónico mediante el cual dejar constancia y dar a conocer aquellos logros, gustos y anhelos que nos caracterizan. En este sentido, el estatus online se convierte en el principal valedor y contabilizador de nuestra propia (auto)estima, (auto)consideración y lugar en el mundo, y queda en gran parte supeditado a la interpretación que cada uno de los sujetos del orbe digital hacen de este. Al cimentarse bajo la tenencia, posesión y ostentación de recursos sumamente escasos —principalmente mercaderías—, se produce por consiguiente una frenética lucha de estatus dentro y entre las diferentes clases sociales en la que cada cual, en clara cuenta de atender a su propio bienestar e interés, hace lo posible por proteger y/o mejorar su posición en lo que a la jerarquía digital se refiere. Ante este panorama sumamente paradigmático, los y las influencers aparecen en el espacio que comprende el orbe digital como las principales figuras de referencia —líderes de opinión clave— del momento encargadas de potenciar gran parte de las tendencias, hábitos y lógicas ya mencionadas, generando de este modo también entre el resto de la población común el (imperioso) requerimiento de copiar e imitar sus pautas de consumo, sus consignas de valor y, en definitiva, sus grandiosos estilos de vida.

  • English

    Transparency has become one of the most characteristic demands of recent modernity.

    The proliferation, spreading and improvement of multiple digital platforms and social networks has generated among contemporary subjects the need to appear, introduce and (self-) exhibit publicly themselves in front of the rest through such digital sites, with the fulfillment of this series of demands being subordinated to the possible access, attainment and detention of the main social rewards of the current moment: likes, followers, public notoriety, money, etc. In such circumstances, digital platforms and social networks are configured as a vital hegemonic showcase through which to record and make known those achievements, enjoyments and desires that characterize us. In this sense, the online status becomes the main validator and reckoner of our own (self-) esteem, (self-) consideration and place in the world, being largely subject to the interpretation that each of the subjects of the digital orb make of it. As it is based on the possession and ostentation of extremely scarce resources -mainly merchandise-, a frenetic struggle of status within and between the different social classes takes place, in which each one, in clear consideration of his own welfare and interest, does his best to protect and/or improve his position in the digital hierarchy. Faced with this highly paradigmatic panorama, influencers appear in the space comprising the digital orb as the main reference figures -key opinion leaders- of the moment in charge of promoting a large part of the trends, habits and logics already mentioned, thus also generating among the rest of the common population the (imperative) requirement to copy and imitate their consumption patterns, their slogans of value and, in short, their grandiose lifestyles.