Resumen de Mujer y medicina en la baja Edad Media
En la Edad Media, el hecho de que el médico no pudiera examinar a la mujer que padeciera una enfermedad propia del sexo femenino, hace que ella misma tuviera que ejercer una función fundamental en la medicina. De ahí la importancia, por ejemplo, de la figura de la partera.
Paralelamente, en el hogar, la mujer conocía numerosos remedios para resolver los problemas de salud más comunes en el espacio doméstico. Las mujeres de clases privilegiadas se servían incluso de manuales y recetarios, que eran tratados prácticos de has actividades que tenían que llevar a cabo las mujeres de alto rango en el ámbito familiar. En estos cuadernos caseros se recogía ha experiencia popular y el saber de los grandes maestros.
Las recetas, de generación en generación, se transmitían de madres a hijas, o incluso se comunicaban de familia en familia, lo que demuestra, una vez más, la enorme importancia de la mujer en la difusión y enriquecimiento de estos saberes
