Julio Real González, Cristóbal Coleto García (fot.)
En esta vigesimoquinta entrada descubrimos un elemento arquitectónico y también estructural de carácter primordial y casi básico. Y ello, porque si no existiera, muchas tipologías edilicias no podrían existir, debido a su estricta función portante. Otro elemento que cumple una función análoga, pero revestido de un carácter de mayor monumentalidad y nobleza, y consecuentemente de una mayor dificultad en su elaboración, es la columna, ya descrita anteriormente en este glosario. En esta ocasión, sin embargo, presentamos a su primo hermano: el “pilar”.
Y nuevamente abandonamos la capital para describir un ejemplo de este importantísimo elemento arquitectónico: para ello nos dirigimos a la histórica localidad de Santorcaz, en donde admiraremos su magnífico templo parroquial de San Torcuato. Pero, como siempre, no olvidemos definir esta entrada:
PILAR (Sustantivo del latín pila, “montón, rimero”): Elemento sustentante de sección cuadrada, cruciforme o poligonal, emplazado de manera aislada en los edificios, no necesariamente sometido a un orden arquitectónico concreto, y que sirve para sostener otra fábrica o armazón.
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