Como seguramente ustedes comprenden, me resulta muy difícil hablarles en una ocasión como esta. Son muchos los sentimientos que me acompañan en este día, y todos se agolpan en mi mente interponiéndose en el camino que le permite a la razón convertirse en palabra.El verme rodeado del cariño de tantos amigos y amigas con los que hemos compartido por cincuenta años las ilusiones de servir a la Iglesia y al país desde nuestra universidad católica, formando jóvenes bien preparados y comprometidos por construir un Panamá mejor, líderes que orienten a la sociedad en su búsqueda hacia un desarrollo de paz y de bienestar. Ustedes deben ser felices pues han sido fieles al compromiso de servir a los que lo necesitan. Decía José Martí “Ayudar al que lo necesita no solo es parte del deber, sino de la felicidad”.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados