Superado el rubicón de la junta de accionistas, el contencioso Coca-Banesto ha entrado en una etapa técnica sin alardes efectistas, en la que el tándem Garnica-Letona-Stampa está llevando el agua a su molino frente a los intereses de la familia Coca, a los que defiende el letrado Horacio Oliva. Las partes mantienen un discreto silencio que contrasta con la campaña de acoso y derribo que se desató antes de la junta con el fin de caldear los ánimos y que la fusión y posterior suicidio de Ignacio Coca estallara entre los consejeros del banco como una bomba de relojería.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados