El Estadio Olímpico de Munich, repleto, es una fiesta. Su espectacular carpa acoge a más de 80.000 almas dispuestas a disfrutar del gran espectáculo de fútbol presenciando el partido de ida de la semifinal de la Copa de Europa que enfrenta al equipo local, el Bayern -Campeón de la Liga y la Copa alemanas-, y al Real Madrid. A pesar de que Alemania no es Italia, donde los "tifosi" viven por y para la "squadra" de sus amores, el legendario nombre del equipo blanco ha despertado una inusitada expectación entre los habitualmente fríos y disciplinados espectadores germanos...
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