Resumen de El alcohol en la conducción: tolerancia cero
En la actualidad, la legislación vigente en nuestro país permite el consumo de alcohol en la conducción. Es cierto que hasta determinadas tasas, pero también es cierto que el alcohol afecta de manera diferente a cada persona y que una determinada tasa, aun encontrándose dentro de los valores permitidos, podría afectar a las condiciones psicofísicas de un conductor. El alcohol afecta siempre a esas condiciones psicofísicas para ejercer la conducción, en mayor o menor medida, por lo que se plantea la cuestión de: ¿Por qué se permite su consumo?. A lo largo de la historia reciente, se han seguido diferentes criterios por las Fiscalías, incluso de una provincia a otra dentro del territorio nacional. Es necesario unificar criterios de actuación; para ello se considera apropiado bajar la tasa “a cero” y de esta forma prohibir de una vez por todas el consumo de alcohol al volante. Se debe modificar la normativa al respecto, estableciendo una graduación de sanciones para la infracción administrativa, siempre y cuando la tasa se detecte en controles preventivos, incardinándose la conducta en el ámbito penal, siempre y cuando la tasa aparezca en conductores que hayan cometido una infracción a las normas de tráfico o en aquellos otros implicados en un siniestro vial, independientemente de su grado de responsabilidad. De esta forma, todos nos concienciaremos de la importancia y graves repercusiones que conlleva el consumo de alcohol al volante y adaptaremos nuestras conductas a eliminar su ingestión siempre que ejerzamos la actividad de la conducción, lo que sin duda ha de contribuir a la disminución de víctimas por siniestros viales donde la alcoholemia se encuentra como factor concurrente
