Resumen de Canals i Junyer 2.0 Arquitectura postpandemia: Vallcarca, Barcelona. Spain
Carles Enrich Studio, Carles Enrich Giménez
Las circunstancias sobrevenidas como consecuencia de la crisis del COVID’19 provocaron la necesidad de interrumpir el proceso de construcción, facilitando un nuevo e interesante enfoque del proyecto que, de esta forma, ha acabado por transformarse en una adecuación del espacio para usos indeterminados.
En 2017 ganamos el concurso para la recuperación de un palacio de principios del siglo XX, ubicado en el Viaducto de Vallcarca, rodeado de jardines históricos que habían quedado cerrados desde la inutilización del edificio, después de múltiples cambios de uso. El concurso preveía la rehabilitación integral del interior, que se hallaba en un estado de deterioro muy avanzado, y una ampliación para obtener más superficie útil a partir de la adición de un nuevo volumen adyacente.
En 2020 la pandemia de la COVID ‘19 detuvo el inicio de las obras previstas con un presupuesto de 2.750.000€ y el proyecto quedó pospuesto indefinidamente a la espera de una futura financiación.
El deterioro de la edificación existente y la alerta de una posible ocupación, como ocurre en otros edificios vacíos de Barcelona, provocaron la necesidad de una intervención de urgencia basada en el derribo e inhabilitación del interior del edificio con el objetivo de que permaneciera cerrado a la espera que se pudiera llevar a cabo el proyecto original.
Esta necesidad se toma como oportunidad y se reformula el proyecto. Con un presupuesto inferior al 10% de lo previsto inicialmente, se plantea convertir la inhabilitación en una adecuación de la edificación existente como espacio público cubierto vinculado al jardín. Esta idea surge de la voluntad de plantear un equipamiento público que no requiriera ningún tipo de climatización ni grandes inversiones en mantenimiento.
Se retira la edificación anexa adosada al cuerpo original y se realiza un proceso de deconstrucción de los forjados intermedios en mal estado reforzándolos con unos perfiles metálicos en el perímetro. Se elimina la estructura interior portante que ofrecía una distribución muy fragmentada e imposibilitaba un uso polivalente, y se trasdosan los muros de la envolvente para mejorar sus prestaciones estructurales. Se recupera la cubierta, uno de los elementos más singulares en el ámbito de patrimonial. Se mantienen los cerramientos originales de las ventanas de la Planta+1 y Planta+2, para evitar el acceso del agua de lluvia, con la excepción de una abertura permanente en la cara norte que propicia una buena disipación del calor. Se recupera el pavimento hidráulico de la planta baja mostrando así las trazas propias de las diferentes intervenciones y haciendo evidente el paso del tiempo en el edificio. Todo el material del derribo se selecciona y se reciclará como pavimento cerámico para la urbanización de los jardines en la segunda fase.
El resultado es un triple espacio de 12 metros de altura, con unas galerías perimetrales abiertas a los jardines, que admite cualquier tipo de apropiación, desde eventos artísticos, encuentros populares, conciertos, etc. También actúa como refugio climático, condición muy necesaria en estos momentos al tratarse de un espacio de sombra con ventilación cruzada permanente.
Canals i Junyer 2.0 supone un manifiesto a la hora de intervenir en edificaciones existentes, donde el conservadurismo a menudo imposibilita proponer actuaciones de transformación y utilización espacial con pocos recursos pero muy efectivas.
