El proyecto educativo de José Vasconcelos. Los primeros intentos por articular lo afectivo con lo cognitivo

• Martínez Vences, Carpóforo Emilio ^[1]
  1. [1] Instituto Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México, División Académica Tejupilco, México
• Localización: Anuario Mexicano de Historia de la Educación, ISSN-e 2683-295X, Vol. 3, Nº. 2, 2023 (Ejemplar dedicado a: enero-diciembre 2023), págs. 81-88
• Idioma: español
• Títulos paralelos:
  • The educational project of José Vasconcelos. The first attempts to articulate the affective with the cognitive
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    Este artículo da cuenta del proyecto educativo de José Vasconcelos al frente de la SEP durante el periodo de gobierno de Álvaro Obregón, como uno de los primeros intentos de política educativa por vincular aspectos afectivos y cognitivos en los procesos enseñanza-aprendizaje, además de sentar las bases para incorporar la dimensión socioemocional tanto en planes y programas de estudio de educación primaria como en la posterior emisión de libros de texto gratuitos. Este ejercicio de análisis fue posible gracias a explorar el enfoque de la historia del presente e invertir, a la manera de Chesneaux, la dinámica pasado-presente que ha desembocado en una historia anquilosada, una versión aburrida de la historia, por un presente-pasado que pone de relieve la reflexión desde la vida cotidiana. Esto es, se parte de dos hechos: por un lado, la reforma educativa emprendida por la actual administración federal 2018-2024, cuya intención se expresa en el artículo 3º constitucional al señalar que la educación “será integral, educará para la vida, con el objeto de desarrollar en las personas capacidades cognitivas, socioemocionales y físicas que les permitan alcanzar su bienestar”; por otro lado, los efectos de la pandemia provocada por la COVID-19, que obligó a revisar la manera en que se ha desarrollado la educación socioemocional en la normatividad oficial y en la reglamentación de las distintas instituciones educativas. Por tanto, se pone de manifiesto que la actual política educativa amalgama algunos componentes de los diferentes proyectos educativos, como es el caso del vasconcelista, al dejar muy clara la responsabilidad que tiene el Estado de hacer llegar la educación en su sentido amplio de contenido cultural y artístico a todos los rincones del país y a todos los sectores de la sociedad. ¿Estaremos los maestros a la altura de provocar emoción y generar entusiasmo?

  • English

    This article gives an account of the educational project of José Vasconcelos at the head of the SEP (Secretary of Public Education) during the government of Álvaro Obregón, as one of the first attempts in educational policy to link affective and cognitive aspects in the teaching-learning processes, in addition to setting the bases to incorporate the socio-emotional dimension both in primary education study plans and programs and in the subsequent issuance of free textbooks. This analysis exercise was possible thanks to exploring the approach of the history of the present and reversing, in Chesneaux’s way, the past-present dynamic that has led to a stagnant history, a boring version of history, for a present-past one that puts highlights the reflection from everyday life. That is, it is based on two facts: on the one hand, the educational reform undertaken by the current federal administration 2018-2024, whose intention is expressed in Article 3 of the Constitution by stating that education “will be comprehensive, will educate for life, with the purpose of developing in people cognitive, socio-emotional and physical capacities that allow them to achieve their well-being”; on the other hand, the effects of the pandemic caused by COVID-19, that forced us to review the way in which socio-emotional education has been developed in the official norms and in the regulations of the different educational institutions. Therefore, it becomes clear that the current educational policy amalgamates some components of the different educational projects, as is the case of the Vasconcelista project, by making very clear the responsibility that the State has to deliver education in its broad sense of cultural and artistic content to all corners of the country and to all sectors of society. Will we teachers be up to the task of provoking emotion and generating enthusiasm?