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Resumen de Negociando la sucesión. La lucha familiar por el control de la Casa de Osuna a la muerte de Pedro Girón y Velasco, III conde de Ureña (1531)

José María Martín Humanes

  • español

    En la primavera de 1531, la muerte de Pedro Girón y Velasco, III conde de Ureña, sumió a la Casa de Osuna en una profunda crisis sucesoria. Pese a que el mayorazgo familiar señalaba como sucesor del linaje a su hermano menor, Juan Téllez Girón, su viuda, Mencía de Guzmán, se oponía a tal desenlace. La condesa defendía que los derechos sucesorios correspondían a su única hija, María Ana Girón, y que ella misma había sido nombrada usufructuaria vitalicia de los principales señoríos del mayorazgo.

    Las aspiraciones de Mencía chocaban frontalmente con las pretensiones de su cuñado. Juan rechazaba cuanto reclamaba Mencía y, amparándose en el mayorazgo de su padre, decía ser el único y legítimo sucesor a la casa. Ante tal escenario, la vía judicial se mostraba como la única solución posible; sin embargo, el temor a que una sentencia dividiera el patrimonio familiar o a que se adoptaran medidas cautelares que secuestraran sine die los bienes del linaje, llevó a las partes a buscar una salida negociada a la disputa.

    El texto que presentamos a continuación analiza la negociación por la sucesión emprendida por Juan Téllez Girón y Mencía de Guzmán a inicios de la década de 1530, y el impacto que esta tuvo en los primeros años de gobierno del IV conde de Ureña. Una serie encadenada de acontecimientos que se prolongaron hasta 1540 y que marcarían el destino de una de las casas nobiliarias más relevantes de la Historia de España.

  • English

    The death of Pedro Girón y Velasco, III Count of Ureña, in the spring of 1531, plunged the house of Osuna into a deep succession crisis. Although the law of (male) primogeniture indicated that his younger brother, Juan Téllez Girón, should succeed him, Pedro’s wife, Mencía de Guzmán, was opposed to such an outcome. The countess contended that the succession rights belonged to her only daughter, María Ana Girón, and that she herself had been granted usufruct for life of the main dominions of the estate.

    Mencia’s aspirations clashed head-on with her brother-in-law’s pretensions. Juan rejected Mencía’s claims and, based on his father’s primogeniture document, claimed to be the only legitimate successor to the house. However, fear that a court ruling would divide the family assets, or that precautionary measures might lead to the property being seized sine die, led the parties to seek an extrajudicial solution to the dispute.

    The article analyses the succession negotiation undertaken by Juan Téllez Girón and Mencía de Guzmán in the early 1530s, and its impact on the first years of the IV Count of Ureña’s government. This chain of events, which lasted until 1540, was to mark the destiny of one of the most important noble houses in the history of Spain.


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