México
La humanidad depende en gran medida del proceso de polinización, el cual es impulsor de la producción de alimentos y responsable de mantener la diversidad biológica. Cuando se habla de polinizadores, se hace referencia a invertebrados, tales como las mariposas, abejas, abejorros, avispas, moscas, así como vertebrados; destacando aves como los colibríes, y mamíferos, como los murciélagos, entre otros. La producción de frutas, verduras o semillas de 87 de los principales cultivos alimentarios del mundo dependen de los polinizadores. Para Veracruz, México, se reporta que el 70% de los cultivos (67) dependen de agentes polinizadores para su producción. En el año 2019 estos cultivos representaron el 34% de la superficie de cultivo y el 40% de la producción agrícola en el estado. Sin embargo, pese a su importancia y, de acuerdo con los especialistas, los polinizadores están en constante riesgo de disminuir sus poblaciones, lo cual provoca efectos negativos en los ecosistemas impactando en la producción agrícola y alimentos. Lo anterior, debido principalmente a la destrucción y pérdida de hábitats por el cambio de uso del suelo, cambio climático, fragmentación del paisaje, intensificación de la agricultura sin ordenamiento territorial y el crecimiento urbano que como consecuencia limitan la reproducción y regeneración natural de especies de plantas, además del uso desmedido de agroquímicos en la agricultura e introducción de patógenos o parásitos. No obstante, en el año 2021 el gobierno de México implementó la Estrategia Nacional para la Conservación y Uso Sustentable de los Polinizadores (ENCUSP), la cual tiene como objetivo orientar las políticas y el trabajo de los sectores productivo y ambiental enfocados a la conservación de los servicios ecosistémicos que brindan los polinizadores, a fin de contribuir al desarrollo sustentable y a la seguridad alimentaria del país.
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