Arcadio del Castillo Álvarez, Julia Montenegro Valentín
Contrariamente al punto de vista de que el núcleo astur surgió como un movimiento popular de los astures y que las crónicas medievales elaboraron un mito político al poner tanto énfasis en el protagonismo visigodo en los primeros tiempos de la resistencia contra el Islam, nosotros pensamos que tras la conquista de Toledo los duques en sus respectivas provincias quedaron abandonados a sus propias fuerzas y que el ducado Asturiense, creado entre 653 y 683, debió de capitular ante los musulmanes; pero, unos años después, don Pelayo encabezó la rebelión contra aquéllos. Se e pilca así la importancia que las crónicas menos contaminadas de progoticismo otorgan a los astures en tal rebelión, bien entendido que éstos eran los habitantes del ducado Asturiense. Serían éstos, acaudillados por sus autoridades, los verdaderos artífices de la resistencia; así se concilian dos hechos aparentemente contradictorios, como son el inicial protagonismo astur y la posterior y rápida emergencia de instituciones visigodas, obra sin duda de estas gentes, reforzadas, eso sí, por mozárabes emigrados de Al-Andalus y por los hispano-godos habitantes de los territorios que paulatinamente se fueron incorporando, y que habían conservado la estructura e instituciones de época visigoda. Por tanto, la resistencia de don Pelayo fue, en nuestra opinión, la de un núcleo del antiguo reino visigodo de Toledo
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