En este artículo se analizan las relaciones mantenidas entre España y Estados Unidos en las islas de la Micronesia que estuvieron bajo soberanía española, incidiendo en la importancia que ambas potencias otorgaron a esos archipiélagos dentro de la política internacional, en las últimas décadas del siglo XIX, debido a su estratégica posición y a las posibilidades que ofrecían en las rutas de comunicación transoceánicas. Por ello España decidió establecer en las Carolinas y Palaos una nueva colonia en 1885, comerciantes estadounidenses operaron con frecuencia en esas aguas y se asentaron en diversos puntos, y congregaciones religiosas de ambos países crearon en las islas misiones desde las esperaban evangelizar y mejorar la vida de la población autóctona. Sin embargo, esas circunstancias, en vez de generar sinergias y colaboraciones, dieron lugar a rivalidades y tensos enfrentamientos entre españoles, estadounidenses y la población de las islas, que requirieron el envío de barcos de guerra y de un cónsul estadounidense y tuvieron que resolverse por medios diplomáticos durante varios años.
….Detrás de los conflictos, se adivinaba ya la lucha por la influencia y el control del Pacífico, un escenario de creciente importancia en la geoestrategia mundial. En la evolución posterior de las islas, y en la sucesiva soberanía que en ellas ejercieron España, Alemania, Japón y Estados Unidos, se refleja la repercusión que tuvo la fuerza del imperio informal, es decir, la labor realizada por misioneros y comerciantes previamente a cualquier acción del Estado, sobre las reivindicaciones posteriores que dichas potencias alegaron para aumentar su influencia en la Micronesia.
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