La población prehispánica conocía muchos de los pigmentos usados en Europa, como el bermellón, la azurita, la malaquita, el negro carbón, los ocres y otras tierras de múltiples colores, oropimente y rejalgar, o variados colorantes extraídos de plantas, insectos y moluscos, que utilizaban sus artistas para colorear múltiples objetos. La variedad y abundancia de materiales colorantes, existente en el continente americano, llamó poderosamente la atención de los primeros conquistadores y cronistas, desde Pedro Martín de Anglería a Pedro Fernández de Oviedo o a Hernán Cortés. Sin embargo, es probable que las necesidades de los primeros artistas llegados de la península ibérica no se vieran cubiertas con los materiales locales debido a las necesidades particulares de la técnica del óleo, en cuya paleta cromática eran fundamentales los pigmentos artificiales, desconocidos en el nuevo continente, como el albayalde, el cardenillo, el esmalte, el bermellón artificial o el amarillo de plomo y estaño. Las flotas de la Carrera de Indias transportarán muchos pigmentos de los mercados europeos para abastecer a los del Nuevo Mundo. Paralelamente, algunos productos pictóricos americanos despertaron también un interés comercial para su uso en Europa, entre los que se encontraban el azul de Santo Domingo, el carmín de cochinilla o el añil. En esta comunicación se ofrecerá una aproximación a este intercambio comercial desarrollado entre España y América durante la Edad Moderna.
Pre-Hispanic population knew most of the pigments used in Europe, such as vermilion, azurite, malachite, carbon black, ochres and other multi-colored earths, orpiment and realgar, or various dyes extracted from plants, insects and mollusks. Those pigments were used by their artists to color multiple objects. The variety and abundance of coloring materials existing in the American continent,powerfully attracted the attention of the first conquerors and chroniclers, from Pedro Martín de Anglería to Pedro Fernández de Oviedo or Hernán Cortés. However, the needs of the first artists coming from the Iberian Peninsula would not be completed covered with local materials, as oil technique implies particular needs: artificial pigments that were unknown in the new continent, such as white lead, verdigris, enamel, artificial vermilion, or lead-tin yellow. The «Carrera de Indias» fleet would transport many pigments from European markets to supply those of the New World. At the same time, some American pictorial products aroused commercial interest for their use in Europe, for example Santo Domingo blue, cochineal carmine or indigo. In this communication an approach to the commercial exchange developed between Spain and America during the Modern Age will be presented.
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