El mercado laboral ha (está) cambiado. Del nuevo trabajador se requieren nuevas habilidades, técnicas y una constante readaptación profesional para conseguir su supervivencia laboral. Necesita (necesitamos) formación y dado esta no tiene edad, ¿por qué habría de constreñirse esta modalidad a un sector etario determinado? A través de las siguientes líneas examinaremos este contrato, más allá de lo que de nuevo nos ha traído el cambio de su denominación.
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